En 1921, Chanel le encarga a Ernest Beaux la creación de un perfume "que no se pareciera a ninguno". La muestra elegida por Coco fue, como han de imaginarse, la número cinco. Ésta contenía esencias de flor de naranjo amargo, jazmín, rosa, madera de sándalo, vainilla y vetiver, entre otras. Esto la convirtió en la primer diseñadora en lanzar una fragancia.
El frasco fue diseñado por ella misma a partir de un dibujo que le regaló Picasso, y el packaging en blanco y negro significó una estética diferente a la utilizada en ese momento por las casas de belleza.
Chanel le daba dos sentidos al usar perfume: como complemento y como arma de seducción. Esto último podemos comprobarlo remitiéndonos a un ícono sexual de la década del 50 y embajadora de la marca, Marilyn Monroe, quien alguna vez confesó que para dormir, utilizaba sólo dos gotas de Chanel N°5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario